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GUARDIANS OF THE GALAXY / EEUU / 2014
Dirección: James Gunn
 Guion: James Gunn y Nicole Perlman; basado en los cómics de Dan Abnett y Andy Lanning
Producción: Kevin Feige
Música: Tyler Bates
Fotografía: Ben Davies
Interpretación: Chris Pratt (Star-Lord / Peter Quill), Zoe Saldana (Gamora), Dave Bautista (Drax The Destroyer),Vin Diesel (voz original de Groot), Bradley Cooper (voz original de Rocket), Benicio Del Toro (El Coleccionista), Michael Rooker (Yondu), Lee Pace (Ronan), Glenn Close (Nova Prime), Karen Gillan (Nébula), John C. Reilly (Corpsman Dey).

Guardianes en 2D

GUARDIANES DE LA GALAXIA ya es la décima película producida por Marvel Studios amigos, desde hace poco bajo el azucaroso manto de la Disney. Afortunadamente, un tipo llamado Kevin Feige, mandamás del estudio marvelita, sigue controlando el cotarro superheroico, como mínimo, con coherencia y mano firme. Tras asentar a todos sus principales iconos desde la fundacional IRON MAN, algunos con sus correspondientes secuelas, llega el turno para la primera marcianada (nunca mejor dicho) de la saga/franquicia. Hasta ahora hubo de todo, pelmazos infumables (THOR: THE DARK WORLD, IRON MAN 2), dignos entretenimientos aventureros para pasar el rato (IRON MAN, los dos CAPIS), una cosa tan kitsch y petarda que había que quererla (THOR) y un par de ejemplos muy notables: IRON MAN 3 y, sobre todo, la brillante THE AVENGERS de Joss Whedon

Guardianes en 3D

Consciente de que este "otro" grupo de superheroes es, de largo, el más desconocido por las masas, Feige tuvo el acierto/riesgo de pasar las riendas a un tipo poco conocido pero cuyo breve currículum hacía presagiar, al menos, cierto toque distintivo: el señor James Gunn. Fogueado en las trincheras de la serie B y Z, siempre en terrenos colindantes con el gore y la pringue general tirando a guarrona, sus primeros trabajos fueron apadrinados nada menos que por la bendita Troma (la inenarrable TROMEO & JULIET). Después nos regaló la estimable SLITHER, un desbarre mutante y pringoso de serie B en la que rendía pleitesía a... la Troma. Ya emancipado de su padrino tóxico, Gunn dirige su primera película de anti-superhéroes, titulada sabiamente SUPER, parodia barata, sangrante y embrutecida de los lugares comunes de los tipos con mallas que lograba (no sin esfuerzo) encontrar su tono libre de prejuicios. Por primera vez Marvel contrata a un mercenario ajeno a los brillos y oropeles hollywoodieneses y escarba en un modo de entender el cine ciertamente más tóxico y gamberro. El resultado, aún con sus peros, es GUARDIANES DE LA GALAXIA.

James Gunn, con un par

Hay razones a puñados para vitorear esta película, amigos. La primera es su militancia sin complejos en la aventura pulp espacial, eso que llamaron hace ya muchas décadas (allá por 1940) space opera, que a su vez no era más que una actualización futurista de las peripecias de aventureros fornidos en lugares exóticos, sustituyendo viejas ruinas africanas, selvas tropicales o palacios orientales por planetas extraterrestres y alienígenas de toda forma y pelaje. Subgénero popular por definición, primero tomó forma de relato o novela, después pasó a las viñetas de los tebeos y, finalmente, se asentó en forma de seriales televisivos que, visto con objetividad, era su formato ideal. De Flash Gordon a Doc Savage, la ciencia-ficción pulp exprimió el formato durante años hasta que un señor llamado Stanley Kubrick le dio su golpe de gracia mortal con 2001. Pasó casi una década hasta que un treintañero reivindicó el subgénero con un proyecto que, en origen, fue el hazmerreir de los estudios hollywoodienses. La peliculita se tituló STAR WARS, y el resto es historia. Efectivamente, GUARDIANES DE LA GALAXIA la toma como modelo, actualizando sus formas al blockbuster del s.XXI pero salvaguardando su esencia. James Gunn tiene el acierto de minimizar los elementos místicos, trascendentales y oscuros (tan plomos en demasiados ejemplos marvelitas) para explotar con mucha alegría y desparpajo la vertiente más festiva y fiestera del asunto, con el mismo sentimiento creativo que el gran Joss Whedon ya supo clavar en su recordada serie FIREFLY y en su secuela en cine, la estupenda SERENITY. Bien.

Thanos, esperando su momento

Primera comedia pura de los estudios Marvel, James Gunn obra el milagro de no dejarse devorar del todo por la maquinaria industrial y aportar algo de irreverencia y descaro al conjunto, dejando un delicioso aroma a "caspa" serie B que hace que la sonrisa sea perpetua durante sus dos horas de metraje, dos horas que se pasan como un suspiro porque, entre otras cosas, se prescinde de esas soporíferas secuencias de transición, explicativas o trascendentes para ir al grano en todo momento dentro de un espectáculo continuo que, además, es capaz de regalarnos un par de secuencias de gran belleza plástica. La película es todo músculo de principio a fin, amigos, sin la grasaza habitual de este tipo de producciones. Los cinco Guardianes, bien distintos entre sí, funcionan como un todo mediante réplicas y contrarréplicas a la velocidad de la luz, todos tiene su gracia y desparpajo, y las bromas, aleluya, funcionan como un tiro, bromas que también son visuales. Hay que prestar mucha atención a lo que ocurre en segundo plano en esta película, tan plagada de detalles que algunos gags se nos pueden escapar en un primer visionado. Atentos, por poner sólo un ejemplo, al fugaz cameo del amigo Lloyd Kaufman (mandamás de la Troma), una bonita declaración de honestidad y principios por parte de Gunn. Los cinco protagonistas demuestran una química magnética entre ellos, en especial un chispeante Peter Quill/Starlord al que Chris Pratt sabe cogerle ritmo y tono, tomando como modelo a un jovenzuelo Han Solo, por supuesto, derrochando un constante humor sarcástico que sublima de forma sana y nada impostada cierta épica de los perdedores, de los proscritos, de "una panda de capullos de pie alrededor de un círculo". Imposible, por cierto, no destacar la coña marinera que supone Vin Diesel dando voz a un personaje, Groot, que tan sólo sabe decir una frase, jejeje.

Gamora y El Coleccionista, verde que te quiero verde

Si STAR WARS apuntalaba su agradable sentimiento nostálgico mirando hacia la década de los 40 y 50 (origen de la propia space opera), GUARDIANES DE LA GALAXIA se dirige, más bien, a todos los que hemos crecido y devorado cine bueno, malo y regular durante los 80, recuperando en parte ese sentimiento de la maravilla que tanto nos hizo disfrutar de niños y adolescentes, reforzado además por una banda sonora diegética en la figura de una recopilación en cassette (por supuesto) de horteras clásicos ochenteros pop-rock, detalle que me ganó del todo con la inclusión del mítico "Cherry Bomb" de The Runaways, música que además cobra importancia narrativa en su descacharrante anti-climax final. Por cierto, atentos a la tradicional secuencia post-créditos, que esconde una sorpresa-chascarrillo recuperando un olvidado personaje que tuvo entonces su breve momento de gloria. En resumen, la más redonda película Marvel hasta la fecha mano a mano con THE AVENGERS (curiosamente, ambas películas corales) y uno de las gozadas veraniegas más refrescantes de los últimos tiempos. Espectacular.

"Yo soy Groot"

- Lo mejor: su asombroso sentido del ritmo narrativo y de la aventura y su extravagancia freak injertada en el mejor blockbuster espacial que uno pueda soñar

- Lo peor: cierta confusión puntual, la poca consistencia de su villano Ronan y lo desaprovechado de El Coleccionista del siempre imponente Benicio Del Toro

  CABEZAS




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